viernes, junio 05, 2009

VIVIR LA VIDA A PLENITUD



La vida es la unión del alma y del cuerpo. Es el espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento del ser vivo hasta su muerte. Es el modo de vivir en orden a la profesión, empleo, oficio u ocupación y el alimento necesario para vivir o mantener la vida.

Cada persona se esfuerza (algunos en mayor cantidad, otros en menor cantidad) y buscan formas de ser lo mejor, de resaltar, de cumplir con sus metas o ideales y de llegar a ser lo que han deseado desde su niñez. Se centran tanto en sus objetivos, en sus trabajos, estudios y en ciertos seres queridos, que se olvidan de disfrutar la vida, claro que al referirme en disfrutar la vida no hay que descuidar las obligaciones, la familia y las responsabilidades. Ya que nadie sabe la hora, el lugar, el día, el suceso en el cuál se perderá la vida. La muerte no ve edad puede ser un recién nacido, un niño, un joven, una persona de edad adulta, nadie tiene comprada la vida, es por eso que hay que aprovecharla, con esto no me refiero a ser un don nadie, de dedicarse a los vicios y al ocio.

Al decir vivir la vida a plenitud hago referencia a estudiar, a trabajar, a pasar con los amigos, compartir momentos alegres con seres queridos, pasearse con los compañeros, cumplir con las responsabilidades pero tomar un tiempo para descansar, regalar una rosa, una sonrisa, un chocolate, una lágrima, palabras dulces, amabilidad y el cariño a los que nos rodean, mientras están vivos porque de muertos de que vale, si ya no escucha, si ya no siente, si ya no ve, muchas de las veces tenemos el sentimiento de ser autosuficientes pero cuando nos faltan alguien a nuestro alrededor nos damos cuenta que les extrañamos y ahí es cuando viene el arrepentimiento, el dolor y el cargo de conciencia.

Una persona que me demostró y supo vivir la vida a plenitud es la Lcda. Jacky Montero, una joven de 24 años, recién graduada como licenciada de Comunicación Social, locutora ya por varios años tanto en la joya como en la metro y algunos medios más, le diagnosticaron leucemia en sangre hace algunos meses atrás, se aferro a la vida, luchó hasta el último, pero al final el cáncer le gano la batalla, no resistió y murió, su muerte dolió a muchas personas de todo el país que aunque no la conocían, la extrañaban por su manera de vivir, su carisma, su personalidad, se ganó el corazón de muchos y aunque estaba muy mal, ella nunca fue pesimista, al contrario agradecía a Dios por darle esa oportunidad de pedir perdón a todos los que alguna vez ofendió.

Nadie sabemos cuando nos tocará morir, es por eso que tenemos que vivir cada día, minuto y segundo como si fuera el último de nuestra existencia, y en vida hacer todo lo que deseamos por esas personas que nos rodean, porque de muerto para que sirven las lágrimas y las rosas, ya para nada, hagamos todo en vida. Cada día es nuevo, y si lo vivimos plenamente, podremos realmente gozar de la vida y vivirla en plenitud.